"Sabio no es aquel que va en busca de la Luz, sino quien una vez que encuentra la Luz la puede bajar a la materia."

¡Bienvenida Alma Despierta!

Soy Eliana Deutsch y aquí encontrarás todas las herramientas que necesitas para liberar a tu Alma, reencontrar a tu Familia Estelar, recordar tu Origen Cósmico y materializar tu Propósito Álmico en la Tierra (por vos, por tu descendencia y por la Humanidad).

Soy pionera en la aplicación práctica de la PSICOLOGÍA TRANSPERSONAL a través de la Kabbalah y la Terapia Regresiva en Latinoamérica.

Hoy me dedico a enseñar a millones de Almas Despiertas alrededor del Mundo cómo emanciparse energética y físicamente del Sistema de Control gobernado por entidades multidimensionales de Bajo Astral, recordar de dónde vinieron, cómo llegaron a este planeta y por qué tomaron la decisión de encarnar como Humanos en Gaia.

Pero no siempre fue así.

Durante 33 años fui perseguida por entidades de Bajo Astral que querían impedir a toda costa que cumpliera mi Misión de Liberar a la Humanidad de la esclavitud física, energética y multidimensional.

Mi historia es muy similar a la tuya Alma Despierta.

Mi búsqueda para recordar mi origen, el deseo de volver a mi planeta, la confusión y enojo por ver a los humanos tan dormidos, sometidos y violentos, comenzó cuando era apenas una niña.

Durante mi infancia y adolescencia experimenté abusos y desequilibrios con la comida y ya entrando a mis 20 comencé a experimentar ataques sexuales directos del Bajo Astral. Esta obsesión por dañarme a nivel sexual la comprendería años más tarde.

El único resultado consistente fue agotamiento, aislamiento, depresión, picos de ansiedad extrema y una profunda desconexión con todo y todos.

Una bendición disfrazada.

Siempre creí que estaba descompuesta y que me estaba volviendo loca.

Me sentía sola, abandonada y casi muerta.

Todo el Mundo habla de la Sanación cuántica, las famosas Terapias Holísticas, la Biblia, las vidas pasadas o el Coaching, pero nadie habla de la insatisfacción extrema, el agotamiento del Alma, el Vacío insoportable, el miedo, la frustración y la angustia que hay detrás de todos esos esfuerzos por sentirnos mejor, más plenos, felices y en Paz.

Hasta que un buen día nació mi primera hija.

Toqué fondo.

Había probado todas las estrategias habidas y por haber del Mercado

Nada funcionaba, nada me hacía dejar de sentir tanto sufrimiento, vacío y desconexión con la Humanidad y este planeta.

Me pregunté si después de tantos años de búsqueda, habría alguien en el Mundo que haya descubierto quienes somos, por qué nacimos, para qué existimos, de dónde venimos y cuál es el objetivo de "estar vivos".

Asi que me propuse encontrar la respuesta, pero después de 10 años de buscarla, no apareció NADA.

Cansada, frustrada y derrotada me rendí; me rendí ante lo que no comprendía, y tirada en el piso de mi casa (con mis dos bebés al lado) le dije a Dios: "Ya que mi vida es un desastre, usame para lo que vos necesites. ¿Querés que construya esa ciudad de la que siempre me hablás? Decime qué hago y lo haré."

¿Qué pasaría si en lugar de luchar y buscar las respuestas por mi cuenta, entregara mi existencia a eso más grande que llaman Dios?

La libertad sólo es posible cuando observás el Mundo con los lentes de la Divinidad.

Dios no me eligió. Fui yo la que eligió a Dios por sobre todas las cosas.

Sólo cuando me rendí ante su Inmensidad, él/ella pudo volcar sobre mí su infinito amor, bendición y claridad.

Dios no puede ni desea darte aquello que aún no deseas recibir.

No me alcanzan las palabras para describir la transformación y el quiebre que experimenté cuando me di cuenta que la clave no estaba en seguir sola, luchando contra el Mundo.

La clave estaba en empezar a amar la vida, valorar, cuidar y honrar mi Destino, junto con todas las experiencias (incluyendo las más terroríficas que continuarían llegando a mi vida).

La clave estaba en elegirme, aceptar que soy un fragmento de Dios encarnado, y caminar con la certeza de que estaba bajo la Guía del más grande. Ver el BIEN (el aprendizaje) detrás de cada situación infernal sería la llave de salida de ese atrapamiento álmico.

Me costó mucho tiempo, llanto, dinero, energía y esfuerzo, y sobre todo sufrimiento, llegar hasta aquí.

Ahora ves a una mujer fuerte, saludable, vital, decidida, amorosa y llena de conocimientos y saberes que aportan valor al Mundo, pero eso me costó relaciones, lugares, objetos y comodidades que tuve que dejar atrás para poder seguir avanzando con mi Misión.

Nací para materializar EL CIELO EN LA TIERRA un Alma Despierta a la vez bajo la forma de una Nueva Civilización llamada EDUSUM.

Almas Despiertas es la familia que decidí reunir otra vez.

Almas Despiertas es donde ya no estoy en guerra con la Humanidad.

Almas Despiertas es el espacio que me recuerda quien soy, a quien represento en la materia y para qué lo hago.

Almas Despiertas me motiva a HACER POSIBLE LO IMPOSIBLE.

Almas Despiertas me confirma que la ESPIRITUALIDAD ES ACCIÓN, es impacto.

Beneficios Secundarios pero sorprendentes

Curiosamente, cuando dejé de tratar de adaptarme a una Humanidad rota y desconectada, comencé a recordarlo TODO.

Recordé quién soy, quién fui y quién seré.

Recordé de donde vengo, quienes son los Humanos y cómo llegamos y llegaron ellos a este planeta.

Recordé con total claridad la cantidad de veces que intentamos liberar a la Humanidad y "fallamos".

Y por si fuera poco, salí expulsada de entornos y personas tóxicas que robaban mi energía y deseaban mi muerte (algunos conscientemente y otros inconscientemente).

Me permití recibir propiedades, dinero, recursos de todo tipo, un compañero de vida que superó mis expectativas por lo alto, una educación soñada para mis hijos y una salud mental, emocional y física que ni en sueños creí que tendría.

Fundé la Escuela HUMANIDAD DESPIERTA 5D en donde podés aprender a través de mi contenido gratuito, mis talleres, cursos, sesiones y retiros sobre mi filosofía de trabajo y cómo liberarte energética y físicamente de la tan conocida Matrix.

Ahora te toca a vos:

¡Liberate y Materializá en la Tierra tu Propósito Álmico!

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